Los ciegos siguen soñando con imágenes hasta por lo menos 3 años después de adquirir su ceguera. Luego de eso sueñan con sonidos, sabores, olores, etc… Sin embargo se cree que hay un momento en la vida de un ciego en la que se vuelve a soñar con imágenes por unos 3 meses, no son sueños agradables, si no pesadillas, pesadillas que salen no de las memorias de estos ciegos, si no de su imaginación. Y créanme, la imaginación de un ciego puede crear los peores monstruos. Se dice que suelen ver a un hombre que les ofrece Luz, visión, devolverles la vista. No suelen prestarle atención...a veces. En Buenos aires, hace unos 4 años un niño ciego de unos 11 años tuvo las pesadillas, se llamaba Manuel, le decían Manolito el cieguito. No despreciándolo, le decían así con cariño, porque todos en el barrio lo querían mucho, jugaba a la pelota con los chicos del barrio que le habían puesto a la pelota unas bolitas que hacían ruido y así manolito podía saber dónde se encontraba. En fin, era un chico normal. Una noche despertó gritando tanto, que hasta sus vecinos se acercaron a ver qué pasaba. El vivía con su abuela, sus padres habían muerto en el mismo accidente que lo había dejado ciego. Su abuela se acercó para ver que le sucedía, y él le contó que había soñado que estaba en una ruta, y veía acercarse una camioneta, la misma que había chocado a sus padres y había esparcido el ácido de batería que le había quemado los ojos… De la camioneta bajo su padre, con la mitad de la cabeza aplastada, claro, porque al chocarlos la camioneta había despedido al padre a 50 metros del auto. Luego bajo la madre, irreconocible, Cuando la camioneta los choco ella tenía puesto el cinturón, era la única que lo tenía puesto, sin embargo el cristal de su ventana exploto lanzando una lluvia de pequeños cuchillos hacia su cerebro. Pero estaba irreconocible porque el auto se había incendiado luego, una suerte que haya muerto antes. Lentamente fue bajando un niño del asiento trasero, era Manolito, chorreando un líquido incoloro desde donde antes estaban sus ojos, Manolito
esa tarde estaba “aprendiendo” a manejar por lo que iba sentado encima de su padre, en un momento de distracción su padre miro hacia otro lado, y manolito no sabía que hacer al ver acercarse la camioneta directamente hacia ellos. Lo que el recordaba del accidente era ruido, mucho ruido. Manolito salió volando junto con su padre, por el cristal que por suerte se había roto ya con el choque, el padre voló por sobre el capó de la camioneta abierto por el impacto, pero manolito no, golpeo violentamente contra el capó y cayo dentro del caliente motor de la camioneta apoyando su cara contra la batería, lo que le dejaría unas que maduras en el rostro y esas feas cicatrices que tiene, pero más importante, lo dejaría ciego. El manolito que bajo de la camioneta tenía un espejo, en el espejo manolito vio algo, pero no se sabe que, porque no se lo contó a su abuela. Sin embargo eso fue lo que lo hizo gritar tanto. Algo horrible. Su abuela lo consoló y le dijo que solo era un sueño, que a veces los niños ciegos volvían a soñar con imágenes y que solían ser pesadillas, le dijo que se calmara. Manolito fue hacia el baño a lavarse la cara, era impresionante como se guiaba de bien en su casa sin ayuda, era capaz de encontrar cualquier cosa en su casa, cualquier lugar. Le dirigió una mirada ciega a su abuela antes de entrar al baño, era desgarrador verlo sin los lentes oscuros que usaba en el día para cubrir sus cuencas vacías donde antes estaban sus ojos. Esa fue la última vez que María Sánchez vio a su nieto Manuel Sánchez, también conocido como Manolito el Cieguito. Se creyó un secuestro, pero la única entrada al baño, además de la puerta donde se encontraba apoyada su abuela, era una ventanita en la cual manolito de 11 años y contextura pequeña, se hubiese quedado trancado. El informe oficial fue que “En un momento de distracción de parte de la abuela de Manuel Sánchez el niño escapo por la puerta y se fue por motivos no claros”. Estupideces burócratas, la abuela no se movió de la puerta, pero al entrar al baño y no ver a manolo si vio una nota, la que no entrego a la policía. Esta decía: “No quiero dejarte abuela, pero debo ir a buscar luz, el señor en el espejo del sueño me dijo que me iba a estar esperando acá, y que me iba a ayudar a encontrar luz, también me dijo que te diga que tires este espejo y que nunca me llames frente a un espejo porque yo estoy buscando luz, hasta te podría sacar luz a vos abuela. Te quiero mucho, Manolito.” ¿Quién acaso no reto a uno de sus amigos a decir “Manolito el Cieguito” frente a un espejo 3 veces? El solo busca Luz. Recientemente se lo ha visto parecer también en reflejos de vidrios y no solo en espejos, porque, ¿acaso no son los reflejos causados por la Luz?.
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