La Masacre del McDonald's de San Isidro fue un incidente ocurrido el miércoles 18 de julio de 1984, en un restaurante de la cadena McDonald's localizado en San Ysidro, San Diego, California, el tiroteo causó 22 muertos (incluyendo al perpetrador James Oliver Huberty) y causó lesiones a otras 19 personas.
James Oliver Huberty nació en Canton, Ohio el 11 de octubre de 1942. Cuando tenía tres años se enfermó de Poliomielitis y a pesar de que su recuperación fue progresiva, la enfermedad le causó dificultades permanentes para caminar. En la década de 50's su padre compró una granja en el Comunidad Holandesa de Pennsylvania, en Pennsylvania . La madre de Huberty se negó a vivir en esta comunidad y pronto abandonó a su familia para predicar dentro de la Convención Bautista del Sur. Su abandono dejó un profundo efecto en el joven James, quien se hizo huraño y retraído.
En 1962, Huberty fue matriculado en la universidad jesuita de la comunidad, donde estudió y obtuvo un grado en sociología. Más tarde recibió una licencia como embalsamador en el Instituto de Ciencias Funerarias de Pittsburgh en Pittsburgh, Pennsylvania. Durante su estancia en esta escuela conoció a su esposa Etna, con quien se casó en 1965 y tuvo dos hijas - Zelia y Cassandra. La familia Huberty se instaló en Massillon, Ohio, donde James trabajó como director funerario en la Casa Funeraria Don Williams. En 1971, la familia Huberty se vio obligada a trasladarse a Cantón, después de que su casa en Massillon fuera incendiada.
Mientras vivía en Cantón, Huberty encontró trabajo como soldador para
el Sindicato Metalúrgico Inc. Huberty y su esposa Etna tenían historial
de comportamiento violento. En una fiesta de cumpleaños de la hija de
un vecino, Etna instruyó a su hija Zelia a golpear a sus compañeros de
clase. En un altercado relacionado con la madre del niño, Etna amenazó a
la mujer con una pistola calibre 9 mm; y a pesar de que fue detenida,
la policía de Cantón no pudo confiscar el arma. Un tiempo después James
le disparó a su Pastor Alemán en la cabeza cuando un vecino se quejó de que el perro había dañado su automóvil.
El día antes de la masacre, Huberty había llamado a un centro de
salud mental. La recepcionista escribió mal su nombre como "Shouberty", y
como él había afirmado que no se trataba de una emergencia, su llamada
no fue devuelta. Huberty y su familia fueron al zoológico de San Diego
en la mañana del 18 de julio, y comieron en un McDonald's en el barrio de Clairemont en el norte de San Diego pocas horas antes de la masacre.
Antes de que Huberty se dirigiera a McDonald's, su esposa Etna le
preguntó a dónde se dirigía. Huberty respondió que iría "a cazar
humanos." Ese mismo día él le habría comentado a su esposa que "La
sociedad tuvo su oportunidad." Al ser interrogada por la policía, Etna
no dio ninguna explicación de por qué ella no reportó su comportamiento
tan extraño. Un testigo llamó a la policía cuando vio a Huberty cuando
salía de su apartamento y se dirigía al Boulevard de San Isidro con dos
armas de fuego, pero la operadora le dio a los oficiales la dirección
incorrecta.
Huberty utilizó en el restaurante una 9 mm Uzi semi-automática (la
principal arma que utilizó en la masacre), una escopeta Winchester de
bombeo calibre 12, y una 9 mm Browning HP, matando a 21 personas e
hiriendo a otras 19 personas. De sus víctimas la mayoría eran
predominantemente Mexicanos y México-Estadounidenses y tenían edades
comprendidas entre 8 meses y 74 años. La matanza comenzó a las 3:40 pm y
duró 77 minutos. Huberty había gastado 257 rondas de municiones antes
de que él recibiera un disparo letal por un francotirador del equipo SWAT, Chuck Foster, quien se encontraba encaramado en el tejado de la oficina de correos junto al restaurante.
Inicialmente, la policía y los equipos de emergencia se dirigieron a
un McDonald's ubicado cerca de la Frontera Internacional con Tijuana a
las 3:15 pm, y 15 minutos más tarde cambiaron de dirección después de
enterarse de que el tiroteo era en realidad en el McDonald's junto a la
oficina de correos que se encontraba a aproximadamente 3 Km de
distancia.
Aunque Huberty declaró durante la masacre que había asesinado a miles
en Vietnam, el nunca sirvió en ninguna rama del ejército. Testigos
declararon que Huberty había sido visto en el supermercado Big Bear y
más tarde en la oficina postal. Se conjeturó que él pensó que McDonald's
era un mejor objetivo.
Debido al número de víctimas, las casas funerales locales tuvieron
que utilizar el Centro Cívico de San Isidro para poder prestar sus
servicios. La parroquia local, La Iglesia de Monte Carmelo tuvo que
tener misas funerales masivas.
Las familias de las víctimas fallecidas, junto con las víctimas
sobrevivientes, demandaron a la corporación McDonald's y su franquicia
local en la Corte Superior de San Diego. Los casos fueron consolidados
y, finalmente rechazados antes del juicio por la petición de la defensa
por un juicio rápido . Los demandantes apelaron. El 25 de julio de 1987,
el Tribunal de Apelación de California (Cuarto Distrito, Primera
División) afirmó juicio sumario a los acusados porque no tenían
obligación de proteger a los clientes de un asalto imprevisible por un
asesino con problemas mentales; y los demandantes no pudieron probar la
relación de causalidad, porque las medidas estándar de seguridad
normalmente utilizadas por los restaurantes para disuadir a los
delincuentes, tales como guardias y cámaras de televisión de circuito
cerrado, no podrían haber disuadido a un loco que no se preocupa por su
propia supervivencia.
En 1986,
el Etna Huberty, la viuda de James, demandó a McDonald's y Babcock y
Wilcox , su antiguo empleador sin éxito alguno, en un tribunal estatal
de Ohio por $5 millones, alegando que la masacre fue provocada por la
mezcla combinada de comer demasiados nuggets de pollo de McDonald's y
por trabajar en torno a metales altamente tóxicos. Ella alegó que el
glutamato monosódico en los alimentos, combinada con los altos niveles
de plomo y cadmio en el cuerpo de Huberty fueron las causantes de
delirios y de furia incontrolable. Una autopsia reveló que su cuerpo
contenía altos niveles de dichos metales, probablemente por acumulación
por la inhalación de vapores durante 14 años de ser soldador. Los
resultados de la autopsia también revelaron que no había drogas ni
alcohol en su sistema en el momento de los asesinatos. Etna Huberty
murió en el año 2003.
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